Toxicología del cannabis: Recorrido de la marihuana en nuestro organismo, desde que es fumada, hasta su metabolización. (Porcentajes, días de eliminación en orina, etc)

Este documento académico es brillante, aporta mucha información para el usuario activo y curioso del cannabis. Recomendamos su lectura. Desde nuestra web, resumimos los párrafos más interesantes desde nuestro punto de vista académico - nivel usuario habitual- >> Toxicología del cannabis, por Balcells Oliveró (M. Doctor en Medicina) Unidad de Alcohología de la Generalitat de Cataluña. Hospital Clínico de Barcelona.

  • El cannabis entra en nuestro organismo:
En un cigarrillo de cannabis de entre 0,5 gramos y 1 gramo, del THC inhalado, sólo del 10% al 25% pasa al torrente circulatorio. De estas consideraciones se desprende que la dosis de THC que se absorbe con un cigarrillo está entre 0,2 miligramos y 4,4 miligramos.

Cuando se fuma, la dosis mínima de THC necesaria para producir efectos farmacológicos está entre 2 miligramos y 22 miligramos. La dosis que induce la aparición de efectos psicoactivos depende de la frecuencia del consumo. Los fumadores ocasionales pueden obtener efectos psicoactivos con una dosis de 2-3 miligramos (aproximadamente un cigarrillo). Los fumadores habituales pueden necesitar 5 o más cigarrillos para desarrollar manifestaciones psicoactivas. Tras inhalar el humo de un cigarrillo, las concentraciones plasmáticas de THC alcanzan su máximo (alrededor de 100 ng/ml) en poco minutos y desaparecen rápidamente, gracias a un importante proceso de redistribución. Los efectos psicotrópicos del THC son tempranos. Las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan en 20-30 minutos y pueden durar de 2 a 3 horas.

  •  El cannabis continua circulando por nuestro torrente sanguíneo:
Una vez el THC entra en el torrente circulatorio es redistribuido por el organismo. La mayor parte del THC circula unido a proteínas, preferentemente a lipoproteinas (LDL). Una parte del THC que se une a proteínas se encuentra acoplado a las células sanguíneas. Sólo el 3% del THC circula libre en el plasma, lo que explica que sólo una pequeña proporción penetre en el sistema nervioso central (alrededor del 1%). Los cannabinoides actúan en un receptor cerebral específico, que esta ampliamente distribuido en regiones cerebrales implicadas en la cognición, memoria, percepción del dolor y en la coordinación motora. Estos receptores se activan mediante un ligando endógeno, la anandamida, que tiene menor potencia y menor duración que el THC. Todos tenemos compuestos de constitución química similar a la marihuana que se producen normalmente en el cuerpo: La "Anandamida" ¿Lo sabías?
  •  Finalmente se disuelve en nuestro organismo hasta desaparecer:
Se han identificados más de 80 metabolitos distintos del THC. Éste, experimenta una primera metabolización a nivel pulmonar y hepático, transformándose en el no tan conocido (11-OH-THC)
Después de una segunda metabolización hepática el (11-OH-THC) se convierte en varios metabolitos inactivos como el (THC-COOH), que es el metabolito más abundante en plasma y en orina.
Los metabolitos del THC se excretan principalmente por la bilis y las heces (65-70%); el resto se elimina por la orina. La eliminación urinaria tiene mayor importancia en consumidores crónicos.

Los metabolitos del THC tienen un elevado periodo de eliminación debido a la alta liposolubilidad de estos compuestos y por su elevado volumen de distribución. La semivida de las concentraciones plasmáticas de los cannabinoides, tras la inhalación del humo del cigarrillo, es de 56 horas en individuos no consumidores y 28 horas en consumidores crónicos. Sin embargo es posible detectar metabolitos de THC en orina o heces después de transcurrido un mes desde el consumo. Se ha calculado que al cabo de una semana se ha excretado un 50-70% de la sustancia absorbida. El THC y sus metabolitos se concentran en los tejidos con alto contenido lipídico, como el tejido adiposo, pulmones, riñones, hígado, corazón, bazo y glándula mamaria, que se comportan como reservativos de THC y justifican la elevada duración de estos compuestos en el organismo.
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Detección de THC en sangre:
Las concentraciones suelen ser indetectables después de 22 horas de haberse producido la inhalación.

Detección de THC en orina:
En el consumidor esporádico, la detección de cannabinoides en muestras de orina se puede detectar hasta 6 días después del consumo. En el consumidor crónico la presencia de cannabinoides en orina se mantiene hasta 25 días después del último consumo. 
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"Un resultado positivo, indica que ha habido exposición a cannabis. Sin embargo, como se deduce de las características farmacocinéticas del THC, en muy raras ocasiones será posible estimar la intensidad de la exposición. Por estos motivos un resultado positivo en una prueba de detección, únicamente indica la existencia de consumo o exposición previa." - Balcells Oliveró.

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