Fuente: Jack Herer El cáñamo y la conspiración de la marihuana.
Por todo el mundo y a través de los años, la planta del cáñamo ha mantenido una relación muy peculiar con los códigos legislativos. Como ya hemos mencionado en capítulos anteriores, la legalidad y la ilegalidad del cultivo del cáñamo han alternado según las épocas. Sin embargo, el cáñamo también ha jugado un papel directo a la hora de aplicar las leyes.
Por ejemplo, en muchas tribrus africanas el peor castigo impuesto por haber cometido crímenes graves solía ser obligar al transgresor a fumar o consumir sin parar y durante horas enormes cantidades de dagga (cannabis) en una choza cerrada, hasta que este se desmayaba (literalmente inconsciente por la inhalación de humo). En una hora llegaban a fumar lo que un asiduo fumador de marihuana puede consumir en un año o dos. ¿Funciona? Los consumidores africanos afirman que la reincidencia es practicamente inexistente cuando se someten a los criminales al tratamiento con dagga.
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